Segunda Parte De Lo Que El Viento Se Llevó

Tanto fue así que el rodaje se inició sin la estrella escogida; para aprovechar unos decorados de películas viejas que iban a destruirse, comenzaron a rodar las situaciones del incendio de Atlanta con 2 dobles de los personajes de Butler y Escarlata. Lo que se cuenta es que a lo largo de esa jornada, el hermano de David, Myron, agente de artistas, se presentó en plató y le ha dicho a su hermano “Te presento a Escarlata O’Hara”. Entonces se separó y el resplandor de las llamas alumbró de colorado el rostro de Vivien Leigh. Katharine Hepburn deseaba el papel, pero a Selznick no le agradaba, aparte de lo deficiente de su imitación del acento sureño. Bette Davis se llevó un disgusto considerable en el momento en que la rechazaron por no ser lo suficiente sexy, tanto que se resarció interpretando una Escarlata wannabe en el 38 en Jezabel, otro largometraje sobre una orgullosa hermosura sureña que desafía las convenciones sociales a golpe de vestido rojo .

Durante una celebración, Escarlata conoce a un caballero del sur que se va a quedar prendado de su hermosura de forma instantánea y no dejará de pretenderla. No obstante, Gable llegó a cobrar cinco veces mucho más que ella por menos de 200 horas de trabajo. Hattie McDaniel, –que interpretaba a Mammy, una de las sirvientas de la familia O’Hara– fue la primera actriz afroamericana en ganar un Premio Óscar, específicamente, al de mejor actriz secundaria. Otra leyenda que circula es que el propio Gable ofreció sus servicios como gigoló en círculos cercanos al de Cukor, y trató de separarlo del proyecto para que no se conociera esta frágil información.

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Varios papeles en la película, en especial el de Scarlett, incluyeron largas búsquedas y elaborados acuerdos. Hasta cinco directivos y 13 escritores trabajaron para dar la vida a la épica cinta. Cuando sucedió en Atlanta el estreno de la película, se declararon tres días festivos. Basada en la novela del mismo nombre, se encuentra dentro de las películas mucho más icónicas de la historia, que ha sido muy cuestionada en los últimos días. Volvimos a ver un puñado de curiosidades sobre esta pieza maestra del cine. [newline]Los avances sociales no se generan de un día para otro, y con el desenlace de una guerra no se acaba todo lo previo.

segunda parte de lo que el viento se llevó

No obstante, Gable llegó a cobrar cinco ocasiones mucho más que ella por menos de 200 horas de trabajo. Lo tenía todo para ser un éxito, pero casi todos pensaban que sería un fracaso. La película de Lo que el viento se llevó aunó altísimas expectativas, una producción ambiciosa y llena de contratiempos, y una visión del pasado que resultó polémica desde el momento en el que se concibió.

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Es memorable la escena donde le solicita poder meter la mano en el bolsillo al ingenuo futuro marido, una vez sabemos que se casará con él para hallar 300 dólares americanos que necesita. Por supuesto que le metió la mano, ante la atónita mirada de Mammy, y sacó de él todo cuanto ha podido. Victor Fleming firmaría la producción, aunque el agotamiento derivado del trabajo provocó que Sam Wood asimismo rodase algunas escenas. La relación entre Vivien Leigh y Leslie Howard, de cuyo personaje se piensa que estaba rematadamente enamorada, tampoco fue fácil.

El almacenaje o ingreso técnico es necesario para crear concretes de usuario para mandar propaganda, o para rastrear al usuario en un portal de internet o en múltiples sitios web con fines de marketing similares. El almacenaje o ingreso técnico que es utilizado de forma exclusiva con fines estadísticos anónimos. Sin una requerimiento, el cumplimiento voluntario por la parte de su distribuidor de servicios de Internet, o los registros auxiliares de un tercero, la información guardada o recuperada sólo para este propósito es imposible utilizar para identificarlo. Ese resquebrajamiento se aprecia de forma magistral en la escena donde Escarlata busca al médico a fin de que atienda a Melanie y está con una estación de Atlanta atestada de heridos y fallecidos. Un plano general inolvidable que integra a la perfección un drama individual, si bien por el momento no egoísta, el de Escarlata, y la realidad de la guerra azotando en plena cara sin compasión, invadiéndolo todo. Escarlata O\’Hara es una hermosa joven que procede de una familia pudiente del sur de Estados Unidos que está a favor de la esclavitud.

Veremos el color rojo en la escalera de la casa que comparte con Rhett(el tema de las escaleras lo voy a tratar entonces), y en el vestido que se va a poner para proceder a la celebración de cumpleaños de Ashley y a la que no desea asistir por miedo a confrontar a Melanie, que acabará muriendo también. Observaremos el color rojo en los guantes de la hija y un adorno en su sombrero muy llamativo poco antes de que ésta padezca un accidente mortal. Las escaleras rojas serán el escenario de la caída que provocará la pérdida del que iba a ser su segundo hijo, y de la escena donde Rhett terminará sometiendo la voluntad de Escarlata y la forzará a obedecerle y tener sexo con él, una escena donde ella también lleva un llamativo camisón rojísimo. En el homicidio de Escarlata al soldado de la Unión el rojo hace aparición en la caja que éste quiere hurtar y en la propia sangre del unionista. Los personajes secundarios son expepcionales, todos, y todos están bien definidos y se tuvo la molestia de cuidarlos e inclusive proporcionarles un principio, un nudo y un desenlace. Como ejemplo el capataz o esa prostituta amiga de Butler de buen corazón, de la cual conocemos a qué se dedica, sus buenas proyectos, cómo sobrevivió a la guerra y cómo se siente, en un espléndido chato final para ella, con su melancolia y pena interior.

Prácticamente cualquier lista de las mejores películas de la historia tienen dentro a la película dirigida porVictor Fleming,George Cukor ySam Wood. Pero resulta que ahora hay que censurarla, eliminarla y realizar como que no existió. Para regocijo de Selznick y desdicha de la rivalidad que presagiaba “el mayor fracaso de todos y cada uno de los tiempo” , trescientas mil personas han tomado las acicaladas calles de Atlanta para su estreno en el Enorme Teatro de la Loew. Rodar una película de prácticamente 4 horas de metraje, con docenas de actores, una cantidad enorme de extras, decorados fastuosos y escenas complicadísimas hubiese desmoralizado a alguno, pero no a Selznick. Estaba claro que asolaría en los Oscar y así fue, ganó 10, ocho competitivos y 2 honoríficos. Uno, el de mejor actriz de reparto, fue para Hattie McDaniel, la primera persona afroamericana en ganar un Oscar (y la única mujer negra a lo largo de más de 60 años).

La enormidad del material forzaba a una duración larguísima –más allá de omitir personajes como los 2 hijos de Escarlata de sus primeros matrimonios o a Will Benteen–, algo que ponía alterados a los que distribuían la película. En contraste con la vida despreocupada de todos los sureños antes de la guerra civil. Pero como baja el nivel de la segunda parte, con muertes, sufrimientos propios de novelas televisivas o culebrones, que causan espanto. Quién sabe qué otras piezas maestras nos hubiera legado si hubiera vivido algunos años más.

Tengamos en cuenta que pasaron mucho más de 80 años desde que viese la luz el film con Clark Gable, Vivien Leigh, Leslie Howard y Olivia de Havilland. Esto es así porque, como dije, la película es narrativamente colosal, está contada con perfección, sobre todo en sus dos primeros tercios. Otra escena a colación de esto es cuando en la celebración de los Wilkes se declara la guerra y, frente al jolgorio generalizado, observamos a una digna pero algo afligida Escarlata subir por la escalera extraña a todo lo que ocurre a su alrededor porque su, en teoría, amado no ha sucumbido a sus encantos.

Una consecuencia de esto era que cada lector tenía una opinión muy marcada sobre de qué manera había de ser la película y quién debía interpretar a los individuos. Al menos, para el primordial papel masculino, el cínico y arrogante aventurero de Charleston Rhett Butler, existía un consenso casi total. Clark Gable era el hombre de Hollywood que reunía estos requisitos, y tras duras negociaciones con la Metro para que lo cedieran, se anunció su contrato para alivio de lo que el día de hoy llamaríamos fandom. Para el correcto –en fachada–, sensible y sombrío Ashley Wilkes, el preferido fue Leslie Howard; para la pluscuamperfecta pero nunca molesto pese a su carácter seráfico Melania Hamilton, la elegida fue Olivia de Havilland, que peleó por que la “prestaran” a la productora de Selznick. Seleccionar a una actriz adecuada para interpretar a Escarlata era harina de otro costal.

Letizia, o el arte de molestar sin pestañearUn paseo por la historia de Letizia Ortiz Rocasolano desde la novedad de su noviazgo con Felipe de Borbón hasta la reina que es el día de hoy. Con todo y todos y cada uno de los que dudaron de cuál sería su papel en la monarquía de españa. La producción, una de las mucho más caras de la historia (unos 4 millones de dólares estadounidenses en aquel momento) no escatimó en gastos, y mucho menos en actores. La película está inspirada en la novela homónima de Margaret Mitchell, escrita entre 1926 y 1929. En sus primeros bocetos, el personaje primordial se iba a llamar Pansy O\’Hara, en vez de Escarlata o´Hara, y la conocida plantación de la familia, conocida como Tara, se iba a llamar “Fountenoy Hall.”

Lo Que El Viento Se Llevó

80 años después de su estreno, Lo que el viento se llevó nos charla tanto del poder del cine como de las glorias y miserias de su temporada y de la nuestra. [newline]Nos relata la narración de unos personajes ficticios con el trasfondo de la guerra de secesión. Una nación llamada de atención por la guerra,mientras una joven muchacha libra su guerra para subsistir, convirtiendose en un icono de “jamás te rindas”(reflejado en la escena “A Dios pongo por testigo de que jamás volveré a pasar hambre”). En 2020, la icónica cinta volvió a ser novedad debido a la retirada por la parte de la plataforma de vídeo bajo demanda HBO Max de su catálogo por considerarla racista. HBO declaró que la película de 1939 “fue un producto de su tiempo y describía prejuicios étnicos y raciales que estaban equivocados entonces y están equivocados el día de hoy”. Esta prueba fáctica, utilizada para justificar su eliminación del catálogo, fue duramente criticada en las redes sociales por no haber reconocido como el contexto de la película y haber aplicado una censura arbitraria a una pieza maestra del cine.

Es un error soliciar una visión moderna a una obra que vista hoy no es mucho más que el epitafio pomposo de una América trasnochada y con fecha de caducidad. La película, en verdad, suprimió unas partes de la novela que la aproximaban al Ku Klux Klan, suprimió la “palabra con n” y contrató actores negros, que por entonces se daba aquello de embadurnar en betún a los blancos. Por lo que ahora en su instante, aunque fuera un pelín, se pusieron en cuestión ciertos aspectos, y eso que la novela solo tenía tres años de antigüedad cuando se rodó la cinta. En ningún instante he percibido que‘Lo que el viento se llevó’ transforme en cruel esclavista a absolutamente nadie. Creo que es muy diferente tratar un tema y realizar apología de ese tema.